FLUIR (FLOW): UNA PSICOLOGÍA DE LA FELICIDAD

Es un bestseller de esos que una y otra vez te topas con él en cualquier librería de interés y piensas que es un clásico que merece la pena leer. Al final, lo tenía ahí como un asunto pendiente y un día cualquiera llegó a mis manos como un regalo de una persona muy especial en mi vida.

Si he de ser sincera, era un libro que me creaba gran expectación porque me habían hablado bien de él, y que a mí no me llegó como esperaba. Lo catalogo como un libro interesante por el simple hecho de tratar sobre una palabra que significa tanto en el desarrollo personal como es fluir, además de que cualquier libro que he leído aportó algo a mi vida y a quién hoy soy.

Es un libro con unos conceptos básicos que se repiten de distinta forma a lo largo del mismo, muy recomendable para aquellos que les gusten los datos estadísticos y que quieran que todo esté demostrado con experimentos y conclusiones.

Básicamente este libro trata de explicar la experiencia de flujo, desde las distintas perspectivas de las actividades que la proporcionan y de cómo esas personas que las practican la sienten. Todos en muchos momentos, hemos experimentado "el fluir" al hacer quizás una actividad física de riesgo, una tarea que nos apasiona..etc. Esto se explica porque estas actividades suelen acaparar completamente la conciencia y la atención está tan puesta en el presente que los pensamientos de pasado y futuro no existen, dejando que sólo importe el AHORA y los estímulos que tienen que ver con ese momento. Por tanto, este proceso lleva a una pérdida de la conciencia, que si es profunda, da paso a una TRASCENDENCIA, un sentimiento que nos lleva a sobrepasar los límites de nuestro yo y que en muchos casos desemboca en un estado de felicidad plena y en un sentimiento de unidad.

"Cuando una persona invierte toda su energía psíquica en una interacción -bien sea con otra persona, con un barco, una montaña o un fragmento musical-, llega a ser parte de un sistema de acción mayor que la personalidad individual que había sido antes."

Los actos que nos permiten fluir son experiencias autotélicas porque son actividades que se contienen a sí mismas y que se realizan porque no hay beneficio futuro más allá de la recompensa de hacerlas.

"Cuando la adversidad amenaza con paralizarnos, necesitamos reafirmar el control encontrando una nueva dirección hacia donde dirigir la energía psíquica, una nueva dirección que no esté al alcance de las fuerzas externas. Cuando todas las aspiraciones se hallan frustradas, la persona todavía busca una meta significativa a su alrededor para dar orden a su personalidad. Entonces aunque esa persona objetivamente sea un esclavo, subjetivamente es libre".

"La situación más desagradable puede transformarse en una experiencia de flujo".

El autor también habla sobre cómo construir una personalidad autotélica, en la que el fluir sea parte de nosotros mismos y de nuestro día a día, siendo capaces de crear experiencias de flujo incluso en el ambiente más esteril...para ello toma a Bertrand Russel, el gran filósofo como modelo y describe cómo logró la felicidad: "Gradualmente aprendí a ser indiferente a mi yo y a mis deficiencias; centré mi atención cada vez más sobre los objetos externos, el estado del mundo, las diversas ramas del conocimiento, los individuos hacia quienes sentía afecto".

El modelo para crear esa personalidad autotélica es:

- Definir metas.

- Sentirse inmerso en la actividad, prestando atención a lo que está sucediendo.

- Aprender a disfrutar de la experiencia inmediata.

"Quien sabe cuáles son sus deseos y trabaja con el propósito de lograrlos es una persona cuyos sentimientos, pensamientos y acciones son congruentes entre sí y ha logrado armonía interior. El propósito, la resolución y la armonía unifican la vida y le dan significado al transformarla en una experiencia perfecta de flujo."

Se comenta la importancia de rediseñar los trabajos para que se pareciesen tanto como fuera posible a las actividades de flujo.Y de igual envergadura sería ayudar a las personas a desarrollar personalidades autotélicas, enseñándoles a reconocer oportunidades para la acción, a mejorar habilidades y a fijarse metas alcanzables mientras utilizamos el cuerpo y el pensamiento como flujo.

"Sentir más flujo nos hace capaces de reducir la actividad mental en todos los canales de información excepto en los implicados en concentrarse en los estímulos de destellos".

Fluir con la vida es vivirla intensamente sin un ayer y sin un mañana, únicamente enfocados en nuestro cuerpo, en esa actividad y con la alegría de saber que pase lo que pase ahí fuera somos capaces de crear momentos de júbilo porque en nosotros está la mejor respuesta: AQUÍ Y AHORA.

Fluir es soltar el pasado y el futuro para confiar en el momento presente, que es el que nos brinda bienestar y la posibilidad de hacer cosas valiosas que nos conduzcan a la felicidad.