COMIENZA EL AÑO CON PROPÓSITO: RITUAL PARA EL 2025.

Cuentan los sabios que el tiempo no es un calendario ni un reloj: es un río que fluye sin cesar, llevando consigo todo lo que somos. Cada año es un remolino en ese río, un momento único que llega y se va, dejándonos nuevas huellas y aprendizajes.

Sin embargo, según la leyenda, el 31 de diciembre ocurre algo mágico: el río se detiene por un instante. Las aguas se aquietan, y si escuchas con atención, puedes oír una voz susurrante. Es el guardián del tiempo, un espíritu antiguo que cada año ofrece a los viajeros una elección: "¿Navegarás el río como siempre o aprenderás a domar sus aguas?"

Domar el río, dicen, no es detenerlo. Es aprender a sentir sus corrientes y convertir cada gota en un espejo de gratitud. Para lograrlo, el guardián dejó un conjuro en un pergamino perdido que los valientes pueden invocar al iniciar un nuevo año.

Antes de que termine el año, toma un pequeño cuaderno o una libreta. Este cuaderno será tu espacio para seguir el curso del río durante el año. Cada página representará un momento, una meta o un aprendizaje que irá sumándose a tu camino.

Cuando lleguen las doce campanadas, tómate un momento para pensar en el año que termina. Luego, recita estas palabras con calma:

"Río que fluye,
agua que abraza,
te doy mis dudas,
y tú me das calma.
A lo vivido,
le encuentro sentido.
A lo que viene,
me rindo y confío."

A continuación, escribe una meta sencilla o una acción que te gustaría comenzar a cumplir en el nuevo año. Puede ser algo tan sencillo como organizar tu tiempo mejor, comenzar a cuidar tu salud, o aprender una nueva habilidad. Esa es tu primera gota, tu primer compromiso.

A lo largo del año, cada mes, regresa a tu cuaderno. Tómate unos minutos para escribir algo que hayas logrado, por pequeño que sea: un objetivo alcanzado, un hábito adquirido o algo nuevo que hayas aprendido. También, escribe nuevas metas que surjan, porque el río de la vida nunca deja de fluir.

Al llegar el próximo diciembre, ese cuaderno estará lleno de pequeños logros, de momentos en los que te has superado y has aprendido. Cuando lo revises, encontrarás un reflejo de todo lo que has crecido. Si lo deseas, puedes elegir un par de páginas que representen lo más importante y guardarlas como un recordatorio.

"Fluir no es dejarse arrastrar", recuerda el guardián del tiempo. "Fluir es aprender a remar con propósito."

Así, con cada año que comienza, tú eres el navegante que decide cómo fluir en su propio río. Tienes la capacidad de tomar decisiones conscientes, de avanzar con determinación y de aprender de cada corriente que encuentres, sin perder nunca el rumbo hacia lo que realmente importa.

¡Feliz 2025!