Este artículo va destinado para que hagas de tu sonrisa tu mejor tarjeta de presentación y tu certificado de felicidad y equilibrio personal. Con mis mejores deseos para que eso ocurra me lanzo a divagar contigo y me pregunto ¿qué le pasa al adulto para que vaya perdiendo tantas sonrisas en su camino y alcance la cantidad irrisoria de 15 a 100 sonrisas al día, mientras que los niños ríen una media de 300?
Esta pregunta se torna en una reflexión personal que me embarca a esa niñez y adolescencia en la que tanto yo como mis amigas hacíamos del mayor drama la mejor terapia de sonrisas. Nuestro día a día era un continuo devenir de risas y éramos conocidas como "esas locas que son tan felices"….os puedo asegurar que tanto mis amigas como yo pertenecíamos a familias con sus problemáticas y cualquiera de nosotras ha pasado por sus momentos de crisis familiares y personales. Pero a pesar de que los tiempos fueran difíciles, la sonrisa siempre estaba presente en nosotras y en el ambiente que generábamos. Primero llorábamos y después a continuación, de forma natural, nuestra mente se focalizaba en encontrar el toque irónico que nos iba a permitir pasar de un estado de ira, frustración o tristeza a otro de comicidad pura y dura.
A día de hoy me sigo considerando una chica risueña pero las sonrisas en mi cara se desvanecen con mayor facilidad y raras son las veces en las que me duele la tripa, los mofletes o me saltan las lágrimas de las carcajadas. Hablando con algunas de mis amigas, descubro que es un mal contagioso y a pesar de considerarme una persona feliz mis sonrisas decrecen mientras mis años crecen. ¡QUÉ PASA! ¿Es una percepción errada o hay algo más?
Por supuesto que hay algo muy importante qué cuestionarse; a menudo se oye que la vida no sonríe a ese país, a esa familia, a esa persona….. y nosotros… ¿le sonreímos a la vida?
¡No es ningún secreto que la risa es un método natural para gestionar emociones y levantar el ánimo! Quizá lo más destacable de todo, es que se ha podido comprobar que cuando una persona simplemente hace "el gesto típico de la risa" aunque no tenga ganas de reír, provoca las mismas modificaciones en las corrientes de su cerebro que la risa espontánea. De ahí, la importancia de sintonizar nuestro canal mental, orientando nuestra atención hacia aquello que nos brinda optimismo, nos hace reír y nos alegra el espíritu.
¿Cómo harías para sintonizar el canal de la sonrisa a pesar de los problemas?
La respuesta está en ti y en aquello que tú decidas. Siempre se puede elegir y tu mente se enfoca en aquello que buscas. Si buscas pesimismo y desaliento lo encontrarás. Si en cambio, miras desde la mirada de un niño que se centra en el aquí y en el ahora, y no en los entramados que le sugiere su mente, obtendrás pensamientos agradables y sonrisas gratificantes que se multiplicarán a tu alrededor.
RECUERDA que la vida es un espejo, si la miras sonriendo te sonríe. Creo que ésta es la auténtica clave.
No esperes más, coge el mando y sintoniza el canal de tu sonrisa, pero si te cuestionas cómo conseguirlo, cada vez que te acuerdes simplemente SONRÍE, aunque no te apetezca, porque sin saberlo te aventurarás en el camino que te permitirá recoger y devolverle a la vida todas esas sonrisas que has ido dejando a medida que crecías.
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"Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices."
Alain 1868-1951. Nacido Émile Chartier. Filósofo y ensayista francés.