Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendecillos para hacer una travesura.
Uno de ellos dijo: - Debemos quitarles algo a los seres humanos… pero ¿qué?
Después de mucho pensar, otro dijo: - ¡Ya sé!... Vamos a quitarles la felicidad. El problema es dónde esconderla para que no puedan encontrarla.
Propuso el primero: -Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo. -No, recuerda que tienen fuerza; alguno podría subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está -replicó otro.
Se escuchó una nueva propuesta: - Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar. Otro de los duendes señaló: - No, no olvides que son curiosos, alguno podría construir un aparato para bajar, y entonces la encontrarán.
- Escondámosla en un planeta bien lejano de la tierra - propuso otro.
- No - le dijeron. Recuerda que les dieron inteligencia, y un día alguno va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.
El más astuto y viejo, que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas, dijo: - Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren… Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: - ¿Dónde?
- La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola afuera que nunca la encontrarán… Todos estuvieron de acuerdo y desde ese entonces ha sido así. ¡FIN!
El hombre se pasa la vida buscando la felicidad por todas partes sin darse cuenta que la lleva escondida dentro de sí mismo. La felicidad empieza contigo. No puedes encontrar la felicidad fuera si antes no la has reconocido dentro de ti.
Un árbol triste busca su identidad en un jardín lleno de sugerencias. Hasta que escucha su voz interior y descubre su verdadera misión. ¡Sé tú mismo! Leer cuento
"Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices."
Alain 1868-1951. Nacido Émile Chartier. Filósofo y ensayista francés.